Si en el Bautismo somos presentado ante Dios y la Iglesia, en la Confirmación se refuerza y reafirma esa unión introduciéndonos aun más en la filiación divina, uniéndonos firmemente a Dios. Además, nos concede los dones del Espíritu Santo para difundir y defender la Fe.
Siguiendo las palabras del Papa Francisco, con el sacramento de la Confirmación recibimos al Espíritu Santo en nuestros corazones y lo dejamos actuar; "a través de nosotros, será él quien orará, perdonará, infundirá esperanza y consuelo, servirá a los hermanos, estará cerca de los necesitados y de los últimos, creará comunión y sembrará la paz".
Para preparar a los jóvenes para recibir el sacramento de la Confirmación es fundamental ofrecerles una buena formación que les lleve a una adhesión personal de su Fe y despertar en ellos el sentido de pertenencia a la Iglesia.
La confirmación es el último Sacramento de Iniciación (los dos primeros son el Bautismo y la Primera Comunión) en la Iglesia a la que Jesucristo nos dejó pertenecer. La confirmación se trata de encontrar la Gracia de Dios a través del Espíritu Santo y tener la oportunidad de que nosotros, como individuos, digamos "¡SÍ!" a nuestra fe. Ser confirmado también significa comprometerse con una vida como católico, compartir su amor por Jesucristo con los demás de la manera en que Dios lo llama específicamente a hacerlo.
INFORMACIÓN SOBRE EL PROGRAMA
El Programa de Confirmación en San Juan Diego es un programa de un (2) año y es a través de la Confirmación que los jóvenes renuevan las Promesas Bautismales que sus padres y patrocinadores hicieron para ellos cuando eran niños.
Si el interesado es una persona mayor a 18 años. El Programa de Confirmación en San Juan Diego es un programa de un (1) año.